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Los Jardines de Sigiri armonizan para servir como el perfecto escenario de la Roca del León.
John Still observó en 1907 que, "Aparenta que toda la cara de la colina había sido una gigantesca galería de pinturas... quizás la mayor pintura en todo el mundo". Las pinturas habrían cubierto la mayor parte del lado occidental de la roca, cubriendo un área 140 metros de largo por 40 metros de alto.
En los Graffiti, hay referencias de 500 pinturas de damiselas. Actualmente solamente sobreviven 18 de estas hermosas pinturas, ocultas en un cavidad natural en la roca.
Pintados con colores brillantes sobre una pared alisada, algunos creen que son asparas, ninfas celestiales. Quizás eran damiselas de la corte en camino hacia el templo o simple decoraciones. Pintadas durante el reino del Rey Kasyapa en siglo V, estos frescos han retenido sus colores brillantes hasta nuestros días, protegidos del sol, viento y lluvia por una roca que sobresale. Acompañando a estos frescos, hay unos 'graffiti' escritos por antiguos visitantes, que algunos consideran que tienen 1,000 o más años.
Desde que fue abandonada luego de la muerte de Kasyapa, Sigiriya atrajo visitantes desde alrededor del Siglo VI hasta el Siglo XIII. Ellos venían a ver las pinturas y el palacio en la cima y los jardines debajo, tal como sucede en la actualidad. Inspirados por las maravillas que veían, pasaron sus pensamientos a poesías que luego lan escribían en la Pared Espejo.
El término "Pared Espejo" es un intento de traducir la palabra usada por los antiguos escritores. Ellos usaban el término Kät Bitha para esta pared que encerraba una galería que llevaba hasta la Escalera del León.
Según los Graffiti de Sigiri, el estuco calizo de las paredes de ladrillo estaba tan bien pulido que reflejaba las pinturas que estaban en la pared opuesta. En la actualidad, 15 siglos después, todavía puede verse el brillo en esta pared.
Fresco en Sirigiya (Sri Lanka)
Para más información, visite el website de Sigiriya.org: The Sigiriya photo gallery
Autor de la página: José E. Marcano